Info Malthus Darwin

mayo 8th, 2008 a las 12:08 pm

RUIDO EN EL TRABAJO, ALTOS DECIBELIOS

en: RRHH

Durante el pasado mes de Abril se celebró el Día Internacional contra el Ruido, en el que se dedicaron esfuerzos alrededor de todo elRUIDO1.jpg mundo para concienciar de las desventajas existentes en los ambientes ruidosos y para fomentar la prevención de estos. Se podría definir el ruido como un sonido no deseado, que interviene de un modo que afecta al desarrollo de la actividad llevada a cabo en ese instante. Esta intervención puede catalogarse en distintos niveles, desde una simple distracción hasta, en el caso más extremo, causar bajas médicas debido al estrés generado.

 

El estrés laboral rara vez tiene una sola causa, generalmente se produce por la interacción de distintos factores. El ruido en el entorno de trabajo, incluso a niveles muy bajos, puede provocar estrés además de tensión. En ambientes relacionados con la oficina, habitualmente no existen normas que definan los estándares de actuación, aunque se sobreentienden algunas de ellas. El método más común, sobretodo para un empleado nuevo, se trata principalmente en adaptarse al ambiente existente. Significa pues que en una oficina ajetreada, con multitud de llamadas y movimiento “entre mesas”, el ambiente laboral será estresante para el grupo de empleados, aunque ya estén acostumbrados a ello. Por lo que una nueva incorporación, se deberá adaptar a este ambiente lo antes posible, ya que de lo contrario puede verse envuelto por un ambiente poco favorable para desempeñar sus funciones.

 

Por otra parte, existe la otra cara de la moneda, en la que un solo individuo puede generar una cantidad de ruido que afecte a los compañeros de alrededor. Al actuar de un modo inconsciente, sus actuaciones generan malestar dentro de la oficina, generando un ambiente enrarecido, ya sea por su tono de voz, por la melodía del móvil, etc. Un indicador infalible puede ser escuchar a otro empleado la siguiente frase: “lo siento, no te escucho, ¿qué decías?. Esta situación genera un círculo vicioso, ya que para comunicarse se deberá elevar el tono de voz, generando así mucho más ruido en el trabajo y por consiguiente, trabas en la productividad individual de cada trabajador. Dicha solución a corto plazo se convierte en un problema permanente en distintas empresas.

 

Según la Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo, en la Comunidad Europea, uno de cada cinco trabajadores tiene que elevar el tono de voz para que se le oiga durante al menos la mitad de su jornada laboral. Para evitar este problemática, es necesario prevenir y eliminar cualquier situación generadora de estrés, ya que no solo la intensidad del ruido es peligrosa para el desarrollo normal de la jornada laboral sino también la duración de su exposición.